El desierto siempre me atrajo , cuando era pequeña fantaseaba con la idea de poder visitarlo algún día , al crecer esa esperanza creció conmigo y se transformo en algo más sólido , soñé con atravesarlo en un 4x4 y hacer trueques con los beduinos que me fuera encontrando por el camino , hasta que un día se transformó en algo tanguible .
La primera vez que fuí , fué la mejor , apenas había turismo y al ver aquello lo encontré tan virgen y lleno de encanto , la arena estaba impecable no como las otras veces que fui que había botellas de plástico , papeles ...
Volvamos al presente , esta última visita no me gustó mucho , la verdad , el encanto se ha ido con tanto turismo y marketing , me sentí bastante decepcionada .
El desierto está a unos 45 minutos de Dubai , una vez llegas te dan varias vueltas , es similar a una montaña rusa , subidas , bajadas , saltos y más saltos que hace que te acuerdes de toda la familia del fitipaldi que se transfoma en un Fernado Alonso una vez sale de la carretera .
Un vez llegas , te dan la opción de subirte a un camello y dar una vuelta , esto es como muy de turistas , pero bueno a la gente le gusta ... este año cuando entré al campamento me ofrecieron comprar chilabas , pañuelos ... no me gustó mucho porque te los ponían literalmente y lo veo un abuso , luego te dan una cena como esta , tampoooooco me gustó mucho porque en años anteriores lo montaban bastante mejor , había más variedad y cantidad , finalmente y para terminar sale una bailarina de danza del vientre , mueve un poco las caderas y para casa , aunque este año ... novedad ... salió un bailarín dando vueltas y vueltas como los derviches , bien por él y mejor para nosotras .