miércoles, 2 de marzo de 2011

Salón de belleza

El otro día tuvimos visita , era una mujer mayor , de unos sesenta años de origen Indio , venía con un Sari naranja con bordados dorados , el pelo recogido en un moño y el clásico punto rojo que llevan en la frente las mujeres casadas llamado Tilak .

Le había llamado mi cuñada para que la depilara , la conoce hace veinte años  y siempre viene a casa .

Me la encontré en el pasillo , me hizo una seña  y me preguntó si quería depilarme , le dije que no , pero al rato mi hija insistió y le dije un "vale" , más que una decisión propia reconozco que fué una decisión corderil , basada en la inercia ,la mujer echó una toalla en el suelo y me tumbé , fué una experiencia muy surrealista , porque era todo muy rudimentario , no usó cera , sino una mezcla de agua, azúcar y limón , me sorprendió lo suave que me dejó la piel .

Después me dijo que me hacía las cejas , sacó unos hilos y con ellos me lo hizo , ahí si que me inquieté , porque pensé "está mujer me vá a dejar sin cejas" ella seguía a lo suyo , con los hilos hasta que le pedí que parara para mirarme en un espejo y el resultado fué sorprendente , así que le dejé hacer, me dejó las cejas perfectas , no he visto nada igual , parece mentira que un par de hilos puedan dejar unas cejas de película .