Tiene nueve restaurantes , uno de ellos bajo el mar para poder ver las vistas acuáticas , helipuerto , pista de tenis y
como ya sabeis está en el mar , sobre una isla artificial y se accede a través de una carretera .
Una vez llegas , enseñas tu cita , pasas una serie de controles y te das de frente con chóferes y autómoviles que se alquilan (Ferraris , Rolls ...) entras y ves " los oros" para mi gusto exageradamente recargado , muy barroco , hay dos escaleras autómaticas a los lados y según subes ves el acuario , eso es lo que más me gustó .
Todo muy bonito , todo muy lujoso ... pero nada más y digo nada más , porque no me hospedé allí , supongo , ni idea de lo que tendrán las suites , pero la suite real cuesta unos 28.000 dólares la noche ...
bueno , donde si que estuve , fué en la cafetería (un poco sosa , con una musiquilla rancia y aburridilla pero muy cool ) mucho europeo , mucho milloneti con canas , algún que otro grupo de amigos y algún intelectualillo viajadillo perdido ... el camarero nos dió la carta , que parecía más bien el libro gordo de Petete y pedimos un par de copas (allí si que hay alcohol) el camarero vino , como unas veinte veces para ver si todo estaba ok , nos trajo unas almendritas para picotear y nos preguntó si queríamos cambiar de sitio para ver mejor las vistas , como era de noche ... graso error ir por la noche ... pués nos dió un poco igual , total para ver luces y más luces ¿no?.
Después trajo la cuenta , más de 100€ por dos copillas de ná , nos fuimos a dar una vuelta por allí para cotillear un poco , pero es que no había más que oros y más oros .
Aún así , aunque no te gusten los oros ni el estilo barroco , merece la pena ir , para tocar el cielo con los dedos y sentirte una pretty woman por un rato.